Las fracciones legislativas decidieron quitar de su lista de candidatos a magistrados a una reconocida abogada, muy bien evaluada en todos los baremos, porque ésta se negó a aceptar reuniones privadas con los diputados en un hotel capitalino. Dicen que con ello, la abogada buscaba mostrar su independencia de la clase política, pero los diputados lo vieron como una “afrenta” porque les resultaría “incontrolable” de ser electa. Vaya, vaya…
Dicen que la principal preocupación de uno de los partidos que bloquean la elección no es la Sala de lo Constitucional sino quién irá a la Sala de lo Civil debido a que tienen poderosos intereses ahí y podría desbalancear los votos de sus amigos.